A continuación iremos pegando las rejillas entre los baos, y este que muestra la fotografía es el resultado. Montaremos dos rejillas completas para los enjaretados de los baos de la escotilla, contaremos 6 agüeros por 3, de cada rejilla cortaremos 12 enjaretados. Pegaremos otros dos baos siguiendo las mismas indicaciones del primero. Debemos pegarlos en el centro de cada una de las zonas en que ha quedado dividida la escotilla. Para colocar el resto de los baos procederemos como en el paso anterior. los situaremos centrados entre los baos ya colocados. Introduciremos el bao perpendicular respecto a la escotilla y lo pegaremos de manera que coincida con el mismo centro. Pega un trozo de listón de 15 mm a cada extremo de los siete listones de 56 mm. El centro del listón de 15 mm debe coincidir con el extremo de 56 mm. Con listones de nogal africano de 3 x3 mm construiremos los baos de la escotilla de la cubierta del conbés. Lijaremos los listones con papel de grano fino. Con la ayuda de una sierra cortaremos siete trozos de listón de 56 mm de longitud y catorce de 15 mm. Con la ayuda de un limatón, rectifica la inclinación original de las escaleras para que se ajuste a la posición que nos muestra la fotografía. Después, las pintaremos y las pegaremos en la zona de la cubierta que muestra la fotografia. Ahora montaremos 4 escaleras de cuatro peldaños con las piezas obtenidas en el paso anterior. Cortaremos por la mitad cuatro montantes de escalera . Nos aseguraremos de que cortamos dos de cada lado. Obtendremos ocho montantes de cuatro peldaños. A continuación, cortaremos 16 trozos de 10 mm de longitud de los listones de 1 x 4 x 100 mm. Ya con la escalera puesta , cojeremos 4 columnas y con la ayuda de unas pinzas y pegamento de secado rápido, pegaremos una columna encima de cada esquina del marco, tal como se muestra en la fotografía. Aunque en el paso anterior hemos facilitado unas medidas, es muy probable que tengamos que ajustar el pasamanos de la barandilla. Esto dependerá de cómo hayamos colocado las columnas. Cuando el pasamanos encaje bien, aplicaremos pegamento sobre las columnas y lo pegaremos encima, orientado tal como se muestra en la fotografía. cojeremos cuatro balas sobrantes, estas balas las vamos a utilizar aquí como remate de las barandillas. Pegaremos una bala sobre cada esquina del pasamanos. Con un listón de sapelli vamos a construir el pasamanos de la barandilla de la escotilla. Lijaremos el listón y con con un cúter cortaremos dos trozos de aproximadamente 28 mm de longitud y uno de 19 mm. Pegaremos los listones entre sí hasta obtener una figura como la que se muestra en la fotografia. Con un taco lijador igualaremos los laterales del pasamanos. Presentaremos el marco en la posición que muestra la fotografía, sin pegarlo. Ajustaremos la longitud de los listones longitudinales y pegaremos el cuarto listón para cerrar el marco. Una vez hayamos comprobado que el marco encaja correctamente, lo lijaremos y pintaremos. Lo pegaremos a la cubierta como se muestra en la fotografía. Cogeremos un listón de nogal africano de 2 x 3 mm y lo líjaremos con papel de lija de grano fino. Para construir el marco para la munición, Cortaremos dos trozos de líston de 32 mm de longitud y dos trozos más de 47 mm con la ayuda de la sierra. Pegaremos los dos trozos de 47 mm a uno de los listones de 32 mm como muestra la fotografía. Pegaremos 9 balas en los dos laterales más estrechos del marco del enjaretado de la cubierta, con la ayuda de unas pinzas y pegamento de secado rápido. Luegopegaremos 13 balas junto a los laterales largos. Las balas deben quedar bien alineadas, pues en los pasos siguientes construiremos un marco que las contenga.
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Construcción de un barco
La construcción de la maqueta de un barco es una experiencia única. A diferencia de otros tipos de reproducciones, requiere materiales naturales como la madera, cuyo empleo necesita de ajustes y técnicas específicas. Una típica maqueta de barco, incluso si se trata de un producto presentado en una caja de montaje, no tiene nada que ver con un kit de plástico: cada pieza tiene que adaptarse y, por así decirlo, modelarse antes de colocarla. La construcción es progresiva, evoluciona poco a poco, pasando de una fase a la siguiente, y cada etapa exige una experiencia y un saber hacer diferentes.
Quien aborda por primera vez esta afición quizá tendrá, al principio, dificultades para comprender cómo es posible completar una reproducción majestuosa (impresionante y fiel hasta el último detalle a una gran nave, dotada de todos sus mástiles, velas, cañones y equipamiento) a partir de un montón de piezas contrachapadas sueltas. Sin embargo, conseguirlo está al alcance de todo el mundo, incluidos quienes no son particularmente hábiles en los trabajos manuales. No obstante, es evidente que la experiencia facilita mucho el trabajo. Durante la construcción de una maqueta naval de madera, sea la que sea, se pasa inevitablemente por fases delicadas y momentos críticos: algunos son inevitables, otros exclusivos de un determinado tipo de maqueta. Pero todos estos problemas ya los han encontrado y solucionado modelistas que más allá de sus conocimientos individuales han aplicado simplemente técnicas y métodos nacidos de su experiencia.
El navío más poderoso del siglo XVIII
El Santísima Trinidad fue el fruto más sobresaliente de la decidida política emprendida hacia 1748 por el marqués de la Ensenada, por entonces secretario de la Marina española. Para revitalizar la maltrecha Armada, el marqués envió al constructor Jorge Juan a Londres con la finalidad de reclutar a los mejores carpinteros de ribera. Burlando la vigilancia inglesa, Jorge Juan contrató, entre otros, a Matthew Mullan, uno de los más reputados maestros británicos. Como resultado de esta decisión se construyeron 46 unidades de los famosos "74 cañones", 35 fragatas y 5 navíos de más de 90 cañones, entre los que destacó el Santísima Trinidad, el buque más poderoso construido hasta entonces, con capacidad para 136 unidades de artillería distribuidas en cuatro cubiertas. Matthew Mullan recibió el encargo de diseñar el buque mejor armado de la época y se decidió que se construyera en La Habana, ya que el arsenal de La Carraca de Cádiz, donde trabajaba Mullan, no era apto para navíos de más de dos cubiertas. Fue botado en 1769 con 61,4 metros de eslora y 16,6 de manga, medidas no superadas entonces por ningún barco. Se armó en El Ferrol con 120 cañones y se hicieron algunas reformas para intentar solucionar algunos problemas de navegación y la excesiva escora. El Santísima Trinidad necesitaba una dotación de mil hombres entre mandos, artilleros y marineros, sin contar con los contingentes de Infantería de Marina que pudiera transportar según las necesidades de cada operación. El barco se incorporó a la Armada y en seguida adquirió la categoría de símbolo por su imponente presencia y su capacidad artillera, además de convertirse en la joya codiciada por los ingleses. Participó en el intento de bloqueo del canal de la Mancha y más tarde en el de Gibraltar, donde estuvo a punto de naufragar a causa de un temporal en el estrecho. El 9 de agosto de 1780 entró en combate por primera vez, apresando 4 fragatas y 51 buques de un convoy inglés cerca del cabo de San Vicente. También tomó parte en la reconquista de Menorca, apresando otro convoy británico. En 1782 participó como buque insignia de Luis de Córdoba en el asedio de Gibraltar. En otro combate en el cabo de San Vicente estuvo a punto de ser derrotado en gran desigualdad de condiciones frente al ataque de navíos ingleses que lo desarbolaron y causaron más de 200 bajas. En la ampliación realizada en 1795 se corrió la batería alta, elevándose el número de piezas de artillería a 136 unidades. En Trafalgar fue apresado por cuatro navíos ingleses tras sufrir numerosas bajas. Mientras era remolcado a Gibraltar por los británicos para ser mostrado como trofeo de guerra, un incendio lo hundió definitivamente.
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