Diagrama del combate hacia las 12:30 h, cuando la estrategia de Nelson se hizo más evidente: rota la línea francoespañola, los navíos ingleses de la columna sur, del Royal Sovereign, escogen sus objetivos y se abalanzan sobre ellos desplegándose en abanico, con la ventaja añadida del barlovento. La vanguardia aliada no reacciona y la columna inglesa del norte encabezada por el Victory se dispone a avasallar el cuerpo central.
Desde el primer momento la batalla de Trafalgar se estableció siguiendo estrictamente el "toque Nelson" la lucha cercana, barco contra barco, abarloados para concentrar la máxima potencia de fuego en la cubierta y el casco enemigos y pasar luego al abordaje si conviniese. Nelson estaba convencido de que, de hacerlo así, podría destruir la larga línea que a buen seguro establecería Villeneuve.
Sabía que la táctica habitual del francés era la de organizar a sus navíos en tres divisiones y colocar los barcos más potentes en el cuerpo central. Sabía también de la falta de preparación de muchos de los artilleros españoles y franceses y confiaba plenamente en la capacidad de disparo de los propios. En los continuos entrenamientos que los ingleses obligaban a realizar a sus tripulaciones durante el bloqueo de Cádiz, los artilleros lograban cadencias de disparo de hasta 1 por cada 60/70 segundos; los franceses tenían registrados de 1 cada 120 segundos y algunos barcos españoles poseían cadencias peores.
Para ejercitar su manifiesta superioridad, los ingleses debían romper la línea e ir envolviendo a los barcos enemigos. Para ello era necesario aproximarse en perpendicular, una posición en la que los atacantes no podían apenas disparar y en la que estaban expuestos a posibles enfiladas por parte de las baterías de la línea. Sin embargo, Nelson había evaluado cuidadosamente las posibles pérdidas que causaría este enfrentamiento y consideró que valía la pena a tenor de los beneficios posteriores.
En Trafalgar sus cálculos se acercaron a la realidad, y aunque el propio Victory y el Royal Sovereign estuvieron a punto de sucumbir en los primeros lances, los barcos de la flota aliada se vieron pronto envueltos en un combate en el que tenían todas las de perder: la vanguardia no sólo tardó en virar unos doce minutos de promedio, sino que, en cuanto lo hizo, tan sólo cinco de sus barcos se incorporaron al combate hacia el centro de la línea, y el resto, encabezados por el jefe de escuadra, el Formidable de Dumanoir, se retiraron de la batalla.
De este modo, con la retaguardia francoespañola sotaventada, los barcos de la columna del vicealmirante Collingwood cayeron sobre ella desplegándose en abanico, siguiendo con milimétrica precisión el plan de Nelson. Fueron envolviendo a los barcos hasta "tocar paños" y usar al máximo su superioridad artillera.
2 comentarios:
hola julian:
gracias por seguir mi blog.
entro a formar parte del tuyo con gran satisfacción y espero seguirlo asiduamente.
saludos desde Vigo.
Hola Sito muchas gracias lo mismo te digo, para mi es una satisfacción espero que algún día formemos una gran comunidad entre todos para sacar con fuerza nuestra afición y que sirva de cultura y no se olvide la historia.
Un gran saludo
Julián.J
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